Su nombre significa ‘río pequeño torcido o tuerto’, que del castellano primitivo ‘Río Tortiello’ pasó al actual topónimo. Lugar de antiguos pobladores arévacos.
El entorno es rico en restos antiguos. Podemos encontrar un yacimiento de industria lítica de superficie del Eneolítico-bronce, grabados esquemáticos rupestres en la cueva del Tambor, la cañada del Monte y la Cerrada de Saturnino (descubiertos en 1911 por Juan Cabré Agulló), también se han encontrado restos celtíberos repartidos por los cerros de la sierra y restos de la vía romana que unía Tiermes con Medinaceli. Cerca ya de la Edad del Cobre se conocen las primeras huellas de la presencia humana en forma de pedernales y grabados rupestres en los aledaños del pueblo entre los parajes de Mingonarro y el vecino pueblo de Castro. Entre estos grabados se destaca la presencia de formas de herraduras, cruces y otros signos de significado desconocido. Junto a ellos, alguna representación de animales y hombres e incluso una escena gestación humana decoran los abrigos y hendiduras naturales sobre la roja roca arenisca.
La muralla urbana data del s. XIV. El recinto amurallado contaba con cuatro puertas de las que quedan dos. La de Oriente, junto a la iglesia, con tres almenas y arco dovelado de medio punto y la de Poniente o de Sollera con arco de medio punto almenado y flanqueado por torres cilíndricas. En la configuración del caserío se nota el trazado de la muralla. Se conservan 300 m de muralla en la actualidad que se utiliza como pared principal de pajares, juego de pelota y residencia de ancianos. El conjunto histórico está bajo protección mediante el Decreto 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el patrimonio Histórico Español.
Iglesia gótica de San Pedro de tipo de planta salón (def. Juan de Resines). Tres naves separadas por arcos apuntados. También de la Edad Media y los tiempos feudales queda el símbolo de la plaza mayor: la picota. Renovado en la actualidad de una manera modernista lo que ha hecho que pierda su esencia histórica.



